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Navidad.-

arbol navidad

Faltan sólo 14 sábados para Nochebuena (bueno, eso si lees esto en septiembre… )

No quiero alarmarte, solo te lo digo porque luego vienen las prisas.

Y este año la bolsa de la compra ha subido bastante, así que no me quiero imaginar el precio de las gambas cuando sólo falten unos días. 

Eso si no se han extinguido ya. No me extrañaría ver contrabando de marisco y otras delicatessen en las comunidades de vecinos.

Dentro de, como mucho, 12 sábados, estarás arrastrando a la familia por las tiendas (espero que las del barrio), buscando el regalo “perfecto” para los abuelos, los primos, los sobrinos o el último bebé que haya llegado a casa este año. 

Bienvenidos los nuevos grupos de whatsapp “secretos” para preguntar la talla de alguien o compartir la lista de los reyes magos de los niños para repartirse quién compra cada cosa. 

Y si apuras tanto el tiempo, pues eso, sólo te quedarán como muchos otros 2 sábados para preparar la cena. Porque aunque no sea en tu casa, algo comprarás, ¿no Mari? Que el año pasado a mi casa viniste con las manos vacías y no dejaste gamba con cabeza.

Ahora hace calor, lo sé, pero dentro de nada en Mercamujer y Carrecuatro estarán los mantecados y turrones de chocolate al lado de los tomates.

Dentro de, como mucho, 6 semanas, empezarás a ver luces de navidad por todas partes. Y seguramente aún haga calor.

Que sepas que es una señal.

Todos los años dices “¿ya han puesto las luces de Navidad? ¿Cada año las ponen antes o me lo parece a mí?”. Y no, siempre las ponen en la misma fecha, y es su forma de avisarte de que, o empiezas a organizar las compras, o vas a estar hasta fallas pagando los polvorones que se va a comer tu suegra.

Entre dentro de 6 semanas y dentro de 12, la verdad es que no pasa mucho.

La cosa se relaja. Entras en el limbo de la rutina. Pasas de la sorpresa de ver los polvorones en el súper, a la sorpresa de ver las luces, pero no eres consciente del tiempo tan valioso que estás perdiendo.

Así que yo de tí empezaría a comprar langostinos ahora que aún están pagables.

Yo pienso hacer paquetes pequeños por si al final no hace falta sacarlos todos, que luego viene la cuesta de enero y a una le sigue apeteciendo comer langostinos.

Y aunque para que la economía del país vaya bien hay que hacer gasto, también está bien regalar cosas de segunda mano.

Seguro que en el armario tienes ropa que no te has puesto (ni te vas a poner, que eso de adelgazar ya sabemos cómo va), y sabes que a tu madre o a tu mejor amiga le va a quedar divino. Ese gorro de lana que te compraste el año pasado y que aún tiene la etiqueta puesta, o el bolso que te regalaron que ni te acordabas que tenías (así que tanta falta no te hacía).

¡Libros! Todos tenemos libros de más en casa y sabemos que no los vamos a volver a leer. Pedazo de regalo un libro que te has leído y lo regalas con el corazón porque sabes que a esa persona le va a encantar.

Pues eso, haz limpieza en casa. De armarios, de cajones, rebusca por los muebles del despacho. Haz una selección de “regalables”, y luego sal a las tiendas de barrio para completar la lista de regalos.

Y una cosa muy muy muy, pero que muy importante. Los niños lo que quieren es jugar contigo. Así que antes de comprar un juguete, piensa primero si TÚ vas a querer jugar a eso.

Porque lo que ellos quieren que les regalen, por muy larga que sea su lista, es tiempo.

Así que yo, para que no me pille el toro, hoy 13 de septiembre, me atrevo a desearte una 

FELIZ NAVIDAD!!

 
 

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