General

Conspiración.-

Todo andaba revuelto en la oficina aquella mañana.

Se notaba en el ambiente que algo había sucedido. Nadie estaba en su sitio, incluso se había acabado el café, cosa que rara vez sucedía.

El gobernador debía haber llegado ya y los rumores que circulaban de cubículo en cubículo eran que aquello no iba a suceder.

Había una televisión encendida en la sala de reuniones, a la que nadie hacía caso, hasta que alguien gritó:

-¡Silencio! Están hablando del Sr Porter en la tele

Los casi cincuenta empleados de la imprenta se amontonaron frente a la pequeña pantalla.

Ahí estaba su jefe, el Sr. Porter, junto al gobernador.

Descubierta una red de empresarios que conspiraba para manipular los votos de la últimas elecciones

Era el titular del noticiero. 

Aquello era el fin.

Si su jefe no hubiera participado, todos mantendrían sus puestos de trabajo. Ahora el silencio, el miedo y la incertidumbre se adueñaron de todos ellos.

Un silencio sepulcral invadió toda la oficina.

-¿Alguien sabe dónde están las papeletas que se imprimieron? – gritó la misma voz de antes.

No hizo falta decir más, todos corrieron hacia el almacén y sacaron de los armarios las papeletas con el nombre del gobernador, y empezaron a meter en las destructoras de papel, todas las pruebas de aquel delito político hasta que no quedó ni una.

Trabajando como hormigas, organizados y en silencio, sabiendo lo que tenían que hacer sin que nadie se lo dijera.

Luego volvieron a sus puestos de trabajo como si nada hubiera pasado.

Pocos minutos después, la policía judicial entró en la oficina.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *